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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Nirsell IV

Toni siguió sin poder articular palabra por la mañana; la causa no era solo a causa del dolor, sentía la presencia que crecía en su interior y no sabía como hacerla parar. Bueno, tenía una ligera idea...
- Toni, Toooooooniiii - Nirsell chasqueó los dedos, intentando atraer la atención de su "amigo" - ¡Toni!, bah, ya te lo preguntaré luego, pero no te libras -
Nada. Como una estatua mirando hacia el techo
- o algo le pasa o me oculta algo - pensó.
De repente se levantó y zarandeó a Toni con todas sus fuerzas, provocandole un intenso dolor.
- ¡venga Toni!, Dime lo que sabes -
Toni agachó la cabeza
- mala madre la puta que te engendró - le dijo - algún dia este cuerpo pútrido se alzará contra tí, estúpido humano maloliente, y seras tú quien soporte el tormento de poseer a un bartardo dolorido -
Nirsell le soltó, sobresaltado. Fue la primera vez que Toni decia algo así, una frase seguida tan amenazante y extraña, sin su típico: si,si,si,si,si,si.
- ¿Toni? - un escalofrio recorrió todo su ser. Toni comenzó a retorcerse de dolor
- ¡aaaaaaaah!, Nir,Nir, ¡aaaaaaaaaah! -
- Toni, ¡tienes que decirmelo!, ¿que sabes? - ignoró el dolor de su amigo
- él me controla ahora, él,él,él,él, espera,espera,espera, se cansará, si, se cansará - y, tras esto, volvió a quedarse ensimismado mirando al techo
Nirsell se relajó, lo que ocurría es que su amigo se abía vuelto completamente loco, no le ocultaba nada, entonces: ¿por qué se sentía tan ofuscado con él?, ¿por qué sentía que le había robado algo?, ¿y como cojones se había levantado?. Volvió a la cama, con un intenso dolor taladrándole hasta el alma.

Harellerth refunfuñó, asqueado con el destroce de cuerpo que había poseído, pero ¡había logrado detenerle, a él, el gran Harellerth!, nunca hubiera pensado que aquel humano del tres al cuarto pudiera llegar a ser más fuerte que él, y mucho menos con la cantidad de cosas que tenía en la cabeza. Hasta a Harellerth le costaba concentrarse con las "tonterias" de Toni, cosas como:
¿y si quemara el hospital?, ¿debería haberme follado a mi hermana, antes de hacerla desaparecer?, ¿que fecha será mañana?, ¿será un dia antes o un dia despues?, ¿dolerá que me saque un ojo?,
si,si,si,si,si,si,
no,no,no,no,no,no.
Entre tanta paranoia, al demonio le costaba mantener su aspecto titánico y al final volvió a ser quien era en vida, un simple muchacho de la edad de Nirsell, con el pelo negro y largo hasta los hombros y ambas orejas con cinco pequeños aros de plata; aun así, seguia teniendo los ojos de distintas tonalidades de rojos y dorados.
- Menudo incordio ser medio humano - frunció el ceño - Cuando recobre mis fuerzas os las veréis conmigo, sobretodo tú ¡puto esquizofrénico salido! - La oscuridad que le enbargaba pareció estremecerse con sus palabras.

Toni tubo un escalofrio y miró en todas direcciónes como si alguien, a parte de Nirsell, le observase.
- Nir - llamó a su amigo, con los ojos muy abiertos.
- dime - le contestó con tranquilidad
- llama a la tetona ¿si?, necesito una hembra, tengo hambre -

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