querido maestro dejad que os explique:
La mención de mi superioridad sobre usted no es inducida, algo que hacía tiempo sabía cuando os vi.
Ahora me gustaría, maestro mio, que suplicaseis por vuestra vida, ahora que en mis manos estáis, no mas poder ni alegrías, solo hay un camino para vos.
Venid, os propongo un juicio justo. Tenerme aquí en exilio no es gratificante para vos ni para mi. Vengo, con toda la fuerza de mi ser, dispuesto a tal contradicción.
Aprendí hace tiempo que soy superior a vos, mi amo, con esta noble reverencia derramo vuestra alabada sangre hasta que mi rostro bañe.
Bien tengo en cuenta, vuestra magnificencia, en encontrarme con vuestras vísceras en mis manos y alabándolo como merecéis muerdo a desgana y beso el suelo en el que os encontráis.
Magnifica figura la vuestra... Os tengo en estima gran maestro...
Os tengo... En alta estima...
Maestro ahora os miro, o eso intento pues la tierra lo impide y pienso, pienso lo suficiente. Vos me mostrasteis la vida y yo os maldije con la muerte. Nadie supo nunca pese a mis alabanzas, la realidad de mis palabras.Gran maestro no tuve oportunidad de deciros la verdad, os ruego despertad, os lo ruego con gran pesar.
Estando en un lugar, del que no puede regresar, siento lo que os hice maestro si en algún momento previo a vuestra muerte llegó a molestaros.
¡Venga a mi! mi señor, toma y retoma el sufrimiento que aun siento. Aun fuera del radio de la parca ahora sentís el anhelo y la virtud, sabias palabras las vuestras maestro, un cúmulo de saberes, y no menos, proveniente de un muerto.
Ya no os escucho señor, ya no noto vuestra consciencia mi amo, ya no os tenemos con nosotros. Ahora es el final para todos, una vez más...
Sin palabras.
Yohans Dark Blood
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