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sábado, 4 de febrero de 2012

Nirsell XIV - La batalla espiritual

La lluvia caía con fuerza sobre la casa de Nirsell, los cristales del ventanal retumbaban con el sonido de los truenos.
Todo el salón había sido cambiado, fue difícil dejar espacio para que la madre de vero pudiese obrar la llamada, pero lo habían conseguido. Cuando las velas se apagaron pensaron que finalmente lo habían conseguido, pero Harellerth no había aparecido aun.
- escucha - susurró Vero para no molestar a su madre, que aun pronunciaba palabras en un idioma extraño. Nirsell se acercó para escucharla mejor. - ¿que vas ha hacer cuando acuda el demonio? -
- ni idea - le respondió
- ¿no te da miedo? -
- estoy cagado de miedo - se sinceró - pero solo porque no se como terminará esta batalla
- dios mio chicos, aquí llega - les avisó la madre de Vero echándose hacia atrás lentamente
Algo se movió a su alrededor, el aire parecía mas frío e iba a gran velocidad entre ellos. Una lampara de mesa se cayó al suelo y Vero dio un brinco del susto.
De repente, Harellerth casi materializado, como una bruma con cuerpo, sonrió maliciosamente y atravesó a Nirsell, quien salió despedido y se golpeó en la cabeza con el borde de la mesa que la habían colocado a su espalda.
- ¡Nir! - gritó Vero, pero él se había desmayado.

Cuando Nirsell despertó estaba solo, tirado en el suelo y abandonado. Por suerte no se había hecho nada en la cabeza pero todo le daba vueltas; pensó en que a lo mejor tenia algún traumatismo o algo parecido, pero decidió descartarlo. Todo giraba a su alrededor, pero él se sentía bien.
- no estás bien, y eso era lo que quería -
Se giró en busca de la voz y se encontró con su hermano.
- ¡su puta madre! - dio un brinco - vale no estoy bien, veo muertos -
- no te enteras de nada ¿verdad? - frunció el ceño, luego exhibió una media sonrisa - da igual, he conseguido lo que quería Nirsell, he acabado con toda tu vida de un soplo -
Nirsell estaba confundido, aparte de no creerse lo que estaba viendo; Senill se paseaba por el salón, como si flotase sobre una mancha oscura que se movía junto a él.
- Tengo algo que nunca más volverás ha ver - se alejó hacia la cocina; Nirsell le siguió, avanzando a la bodega. Al bajar las escaleras se encontraron con Toni, hay de pie, vestido completamente de blanco, en medio de la sala.
- ¡Toni!, ¿Como has salido de la cárcel? - Nirsell se llevo las manos a la cabeza - no, debo estar en coma después del golpe o algo -
- No vas mal encaminado - respondió su hermano - ahora es como yo -
- ¿que? -
Senill comenzó a cambiar, la gran mancha oscura que le seguía le envolvió y dejó de entre ver un ser demoníaco.
- ¡Harellerto!, debería haber sabido que tú eras Senill -
- ¡¿como que Harellerto?!, ¿pero quien te has creído?, te burlas de mi en vida y ahora en la muerte también -
- emm perdona es que tienes nombres muy... ¡No es el caso!, ¿que le has hecho a Toni? -
- Toni ha muerto Nir, Toni ha muerto - contestó el propio espíritu al percibir que hablaban de él  - no dejan descansar Nir, no dejan -
- menudo melodrama se ha montado - refunfuñó Senill, con desprecio - anda, desaparece, me servirás de alimento al final -
- te voy a... - Nirsell intentó atacarle, pero terminó en el suelo
- no estás muerto Nirsell, no puedes hacerme nada - Senill se acercó a Toni y alargó el brazo hacia él, para poner la garra sobre su hombro. - Pero aquí nuestro amigo me dará la energía suficiente para que yo sí que pueda acabar contigo, como he estado haciendo hasta ahora -
Toni se tambaleó, Senill estaba alimentándose de su energía vital y Nirsell no podía hacer nada por evitarlo, por mucho que le asestara puñetazos o patadas, era como luchar contra el aire. Toni desapareció en la nada.
- hijo de puta, ¡¿que le has hecho?! -
- matarlo del todo, caput, ya no es nada, ha desaparecido para siempre -
- me niego ha creer tal mentira -
- ¿a si? - Senill, con su forma demoníaca, le asestó un tremendo golpe al estómago.

Nirsell abrió los ojos, Vero le sostenía sobre su regazo
- ¿ves? - escuchó la voz de la madre de Vero de fondo - está bien, no le ha pasado nada -
- ¡se ha abierto la cabeza! - exclamó su hija
- seguro que le han abierto más cosas en la cárcel -
Vero no supo que contestar a eso, simplemente le miró con los ojos como platos
- Ve... Vero - dijo el malherido - me estás... Aplastando -
La chica cayó en la cuenta de que le asfixiaba con sus senos, se sintió avergonzada y se levantó rápidamente, dándole otro golpe en la cabeza.
- Vero, a veces pienso que quieres matarme - se incorporó, palpándose la nuca. Su mano se cubrió de sangre - joder, que dolor...  - al instante recordó la "conversación" con Senill y se levantó de
un salto - ¡escuchadme, tenemos que ir a la cárcel! Toni está...

Había dejado de llover. Corrieron a más no poder y el panorama fue desolador. Frente a las puertas había aparcado el coche de un forense. En el suelo había un cuerpo tapado por una bolsa para cadáveres.

- António Vallestar ha muerto - les informaron, nada mas llegar a la penitenciaría
Nirsell agachó la cabeza.
- díganos, ¿como ha pasado? - preguntó la madre de vero al guardia, indiferente a Nirsell
- un paro cardíaco, - les indicó el forense - al parecer inducido por sus nuevas paranoias -
- ¿nuevas paranoias? -
- si, ahora veía cosas extrañas que no existían - les aclaró uno de los policías
- ¿puedo verlo? - Dijo Nirsell finalmente
- no veo inconveniente al respecto - dijo el forense tras mirar confundido al policía.
Nirsell se acercó al difunto y, armándose de valor, descorrió la cremallera de la bolsa.
- ¡lo sabía! - exclamó, al ver a Toni, con los ojos bien abiertos, sin vida, el cuerpo frío y rígido, con cortes en las muñecas y en el cuello. - No ha sido ningún infarto -
- ¿Nir? - Vero llamó su atención; cuando volvió la vista al cadáver, sus heridas habían desaparecido.
- creo que... - se tambaleó - no me encuentro bien - escuchó carcajadas a su alrededor, pero estaban en su cabeza
- será mejor que nos vayamos - dijo la madre de Vero - esto ha sido un palo para todos -



Llegando a casa se encontraron con una sorpresa. Coña les esperaba.
- hola vecino - le saludó Vero - ¿ya te has enterado? -
- por las noticias - respondió - ha muerto el squizofrenico y todos estais viviendo aquí -
- ¿también lo han dicho? -
- si - respondió, afirmando con la cabeza. - imagino que ahora... - miró a Nirsell pero decidió callarse.
- exacto - respondió la madre de Vero - pero pasemos dentro. -
Pusieron al corriente a Coña, al parecer sabía mucho mas de... De todo en sí. Nirsell se fué pronto a su habitación, dispuesto a intentar descansar despues de todo lo ocurrido. No lo consiguió, dio vueltas en la cama durante la mayor parte de la noche.
Ya de madrugada, Vero y su madre prepararon todo para repetir el ritual que habían hecho antes.
- Aprovechamos que Nirsell duerme para que no halla complicaciones. - le comunicó la madre de Vero a Coña.

- ya veo - respondió - pero no servirá de nada -
- ¿por que? - dijo Vero dejando de ayudar a su madre - ¿no hay esperanza para desembarazar a Nir de ese... -
- no es eso, pero si el demonio siente que ya no hay marcha atrás tal vez... Tal vez Nirsell
corra la misma suerte que la del otro -
- ¡no! - exclamó llevandose las manos a los labios, espantada - ¿no fue un infarto? -
- no -
- Vero era de esperar - le dijo su madre - venga, alguna vez hay que terminar con esto -
- ¿te da igual lo que le pase a Nir? -
- la verdad esque si, pero hay que intentar todo lo que esté en nuestras manos - Comenzó de nuevo con el Ritual, cambiando algunas cosas para, en vez de llamarle, destruirle.


Arriba Nirsell estaba a punto de salir de la habitación, pero Harellerth apareció frente a él
- ¡¡Maldito bastardo!! - le dijo, asustado
- ¿esas son maneras de tratar a tu hermano? -
Nirsell sacudió la cabeza - estas son maneras de tratar a un asesino - respondió
- tú también eres un asesino, tu derecho es que lo seas -
- todo mentiras - suspiró - tú hiciste que matase a mi novia... -
- no,no,no, te engañó, yo solo me aproveché de tu ira -
- a madre, tú tienes la culpa de que perdiese a mi nuevo hermano -
- ¡¡tu hermano soy yo, tu me mataste!! -
- cobraste por algo que no habías hecho, eso es cierto, pero no te perdono que lo arregles de este modo -
- ¿y como entonces? - frunció el ceño, haciendo que la puerta del cuarto se abriese
- ¡¡marchandote de una vez!! - gritó con todas sus fuerzas

Vero dió un brinco al escuchar a Nirsell gritar
- ya le está extorsionando - dijo coña - subiré haber si puedo hacer algo -
- gracias por todo - le dijo, quiso seguirle pero su madre la detuvo
- Vero pásame la vela, rápido -
- si - suspiró

Poco a poco Coña subió las escaleras, sacando su daga de la manga izquierda de su chaqueta. No vio nada sospechoso allí arriba. Sintió que un aire frío le atrabesaba y se puso en guardia.
Harellerth no había conseguido poseerle gracias a los amuletos que llevaba ocultos con él. Maldijo en silencio, Nirsell había salido a su encuentro de nuevo.
- Maldito - dijo furioso y fuera de sus cabales
- Nirsell, solo quería mostrarte una cosa más. ¿sabes por qué Coña os ha seguido?, los noticiarios no son tan rápidos ¿verdad? -
- ¡¡Coña eres un enviado de mi hermano!! - se abalanzó hacia él
- ¿de tu hermano? - le esquivó y le dió con el mango de la daga en la nuca, haciendole caer al suelo
Nirsell se levantó, llevándose la mano al centro del dolor, el viejo le había dado con ganas
- no me mientas que lo sé - le dijo, volviendo a la carga
- es fuerte gracias al colgante que lleva y a lo que tiene en los volsillos de la chaqueta... - le comunicó Harellerth con tranquilidad, sin apenas moverse.
- ¡ja!, ahora os vais a cagar - pisó a Coña en un pie y aprovechó para arrncarle el collar. La fina cadena de oro le dañó el cuello al viejo y Nirsell le arrebató los demás amuletos de los bolsillos.
- y ahora sin esto eres un simle viejo ¿verdad? - sonrió Nirsell
- te equivocas, con esto has conseguido que esté a merced del demonio - le tiró la daga a Nirsell, la cual rodó por el suelo hasta sus pies.
Harellerth poseyó a Coña
- mierda, he malgastado mucha energia solo para poseer a un viejo moñas, al menos ahora puedo... -
La daga, portada por Nirsell, le atravesó el pecho, hiriendolo de gravedad
- tanto hablar te hace mal, hermanito - giró la daga dentro del cuerpo, perforando más aún el corazón
Cuando Coña al fín murió, casi se lleva a Harellerth consigo, pero consiguió salir de nuevo, exahusto
- La fuerza de Toni no es suficiente ¿verdad?, y como has estado tanto tiempo en la ignorancia no te ha dado tiempo ni de mejorarte a tí mismo -
- sabes mucho para ser un ignorante - susurró, su aspecto demoníaco desapareció
- estás a punto de padecer -
- por culpa de esas putitas... -
- no solo por eso - atajó Nirsell - porque ahora te toca ir a pagar todo lo que has hecho y va ha ser sufrir más de lo que yo he estado sufriendo. No te reconozco ni como hermano -
- tengo más energía de la que crees... -
- lo se, pero no te pertenece. Es de mi exnovia, de nuestra madre, de Coña... De Toni... - estaba convencido de sus palabras aunque no supiese ni de lo que hablaba - Te toca devolver aquellas vidas que has robado maldito hermano -
- no - dijo, su cuerpo se estaba convirtiendo en ceniza - ¡no! -
- si, muere y no descanses nunca en paz, ¡¡desaparece Senill!! -

Las chicas terminaron.

- ¡¡¡No!!! -

Una explosión de luz inundó toda la casa. Una luz poderosa que quemó sus rostros y los cegaron.

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