Portada

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viernes, 5 de diciembre de 2014

Torre de la discordia

Al principio pensé en copiar la grandiosa torre del Castlevania Curse of Darkness pero... Bueno! salió una obra nueva y espero que la disfruten!












sábado, 29 de noviembre de 2014

kuroshitsuji



Bueno, hemos tardado un largo tiempo en volver a las reseñas pero aquí vuelvo con mucho más, tal como dije con DTB (dificultades en tierra baldía). 
No es que vea muchas series ya, aunque me recomienden alguna de vez en cuando, pero entre los formatos imposibles de reproducir y mi vaguería no he visto más que esta. Aun así, es una de las mejores que he visto, con diferencia y que me ha enseñado a ver el mundo desde varias perspectivas, cosa que antes no hacía.



Director:
Shinohara Toshiya

Año de lanzamiento:
2008

Género:
Sobrenatural, drama, psicológica, humor (difícil pero cierto, es lo que hace que sea tan impresionante la serie)

Serie:
Primera temporada 24 capítulos + Segunda temporada 12 capítulos y 6 Ovas

Personajes principales:

Ciel Phantomhive


Inteligente y enigmático, este joven lord es el protagonista de toda la trama de la serie. A su alrededor corre la muerte y los problemas, desde que un fatídico día toda la mansión Phantomhive comenzó a arder, matando a sus padres y dejándolo solo en un mundo de desgracias. Desde entonces a luchado con saña para afrontar esto, de una manera muy... Sutil...

Sebastian Michaelis


Mayordomo de Ciel y encargado de seguir sus ordenes a rajatabla, conlleva el gran secreto de no ser un mayordomo cualquiera. No hay nada que Sebastian Michaelis no pueda hacer y consigue todo lo que se propone si con ello puede sacar algún partido. Lo malo es que no vio venir las complicaciones que tiene con el pacto que tienen Ciel y él, el cual nunca puede romper.

Alois Trancy y Claude Faustus


Alois era un muchacho desamparado hasta que pactó con Claude y consiguió todo lo que ahora tiene. Al igual que Sebastian, Claude es un "mayordomo" con un par de secretos de los que solo tiene conciencia su joven amo Alois, aunque es traicionero y avaricioso.
Alois Trancy se convierte en el personaje que enreversa la trama con una historia trágica siguiéndole los talones, como ocurre con Ciel, tal vez eso sea lo que les una en una partida de ajedrez llamada vida.

Grell Sutcliff 



Shinigami y metepatas por excelencia (mi personaje preferido, añado), es quien le da ese toque cómico al anime, al menos la mayoría. Desde que Sebastian le instruyó como mayordomo primerizo e inútil, se enamoró perdidamente de él, por eso a cada encuentro con él intenta camelarle como sea, en vano.
Aun con eso, Grell es un perseguidor de "bellezas", siempre con su motosierra, o armas que le dejen llevar en ciertas ocasiones, aun así es la suya propia.

Undertaker


Informador por excelencia en las aventuras mundanas de Ciel Phantomhive y Shinigami retirado, tiene un negocio funerario, en el que no deja de sonreír, es el más alegre de todos. En el manga no revelan tan abiertamente su antigua condición de Shinigami honorífico, en cambio en el anime si. Siempre se muestra simpático y enigmático, son sus características básicas que lo hacen único.

 La reina


La reina es quien mantiene a Ciel entretenido en los casos policiales de Inglaterra. Es por su culpa y por la devoción que le pone el joven, por la que a veces interpone la búsqueda de los asesinos de sus padres al trabajo con la reina. Con ella los problemas están asegurados.


Elizabeth Midford



Prometida de Ciel. Es una muchacha activa y cariñosa, cuyo único pensamiento es el de ayudar a los demás; conoce a Ciel desde que eran solo unos niños e intenta por todos los medios hacerle sonreír de nuevo, pues la tragedia que ocurrió con los padres de él le había borrado aquella maravillosa sonrisa que Elizabeth (Lizzy) tanto amaba. Es tan extrovertida e infantil que a veces no se da cuenta del peligro que corre la pareja en si a lo largo de la serie, por lo que el riesgo está asegurado.








Pluto

Perro demoníaco que pasó a ser parte de la familia Phantomhive, tras un encuentro con Ciel y Sebastian cuando estos de encontraban en una misión en un pequeño pueblo. Pluto tiene la habilidad de cambiar de perro a humano, aunque su personalidad animal no varía en ningún momento. Suele incendiar los terrenos de la familia Phantomhive, con aliento de fuego, y aun así obedece y aprecia a Sebastian Michaelis, hasta tal punto de ponerse celoso si este no le presta atención.



Los sirvientes de la mansión Phantomhive



Empezando de derecha a Izquierda son: Bard, Maylene, Finny y Tanaka. Todos ellos patosos en su trabajo (aunque Tanaka se salvaría por poco) y aun con todo, son insustituibles. 

Bard es el cocinero y quien guía a los demás a intentar superar a Sebastian con las tareas en la mansión. Por su manera de cocinar es imposible que logre algo comestible.

Maylene es el ama de llaves de la mansión, la más torpe de todos, insegura y tímida en algunos casos; las gafas que lleva fueron un regalo de Ciel, por lo que se niega a cambiarlas pese a que no son de gran ayuda para ella y su torpeza.

Finny es el jardinero, más fuerte que ningún otro ser humano, pese a su estado inocente y extrovertido. Siempre se muestra encantado con trabajar para Ciel y más por los terrenos exteriores de la mansión.

Tanaka administra la mansión Phantomhive y en la mayoría de las ocasiones se aparece como super deformed (una de las formas artísticas del Manga, para que nos entendamos pese a no ser lo mismo, es parecido a un Chibi). No suele hacer tareas como los demás, prácticamente se pasa bebiendo el té tranquilamente gran parte del tiempo.

Entre muchos otros




Tendría que desvelar demasiado si identifico a todos los caracteres de kuroshitsuji ya que la trama no deja ningún cabo suelto y todos son imprescindibles, ligados hasta el final, de una forma u otra. Añado, los sirvientes de la mansión Phantomhive cuentan con múltiples historias que es mejor que lo veáis vosotros mismos, como ya he dicho, sería revelar demasiado.


Resumen:

Ciel, superviviente de la prestigiosa familia Phantomhive, cuya compañía multimillonaria produce juguetes y dulces, decide hacer un pacto con el demonio Sebastian Michaelis, con el cual resolverá los crímenes que asolan la antigua Inglaterra y pecan en contra de su reina.
Sebastian seguirá en su búsqueda por encontrar a los culpables de la muerte de los padres de Ciel, como mayordomo personal del mismo, para así obtener el alma pactada del joven monarca. Sus pasos darán lugar a más peligros de los que ambos esperan pero serán capaz de obtener la justa venganza o la muerte. No hay vuelta atrás.


Opinión personal:

Para mi es una de las series mas intrigantes que he visto jamás, al menos con tantos géneros que podríamos clasificar este anime. Es increíble las vueltas que da la trama tanto en una temporada como en otra, sin dejar en ningún momento que llegue a ser aburrido o con demasiados capítulos de relleno como en la mayoría de las series con mas de una temporada.
Nunca esperé tal final... Y se dice que habrá nueva temporada próximamente.

Valoración:

100% sin duda alguna. Nada mas que añadir, que nadie tema que esto pueda ser un yaoi porque nada que ver.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Shurima

Esta es una de las construcciones de League of legends que mas nos han inspirado a mis amigos y a mi. así pues, os traigo hoy las runas de Shurima resurgiendo de las angostas arenas del desierto.
(construcción junto a Mika Capde)





miércoles, 26 de noviembre de 2014

Concurso fanfic League of Legends

Hola! Magnifico día para los fans de League Legends!


Hoy os traigo un magnífico concurso para vosotros, sacado de repente de mi cabeza para vosotros. Aprovechando el cambio temporada en el lol y las mejoras en la grieta, pienso que también debemos obtener nuevas historias para nuestros queridos campeones, y ¿quienes mejores que nosotros para darles esa pequeña vuelta de tuerca?, ¿que Nocturne es Zed? plasmadlo al al papel! ¿que Thresh tubo una relación con Sona antes de morir? también podéis relatar aquello. ¿Y la nueva, Kalista? se dice que es la esposa de Lucian o la hija de Thresh, cualquier historia, desde Shurima a Demacia pasando por Noxus, narrar todo aquello que se os venga a la cabeza como fanfic de los campeones.

El ganador recibirá un buen regalo relacionado con el juego, en relación con los relatos enviados al concurso.



*Bases:

- Escribir una historia concerniente a los personajes de League of Legends, eligiendo como protagonista a uno solo de los campeones, aunque puedan aparecer otros conocidos a lo largo del escrito. Debe estar ambientado antes de llegar a la grieta sin pronunciar en ningún momento su viaje a la liga de las leyendas.

- solo un relato por autor.

- el autor debe ser seguidor del blog.

- el relato debe ser enviado en un archivo pdf, o de lo contrario en archivo de Word a SangreDerramadaYD@hotmail.com con un máximo de 9 paginas por una sola cara, con letra 18 y fuente Times New Roman.

- se debe enviar el relato junto al nombre del invocador con región en EUwest

- las historias no deben ser copia de lo ya comentado por Riot Games, es decir, se deberá presentar un relato completamente externo de las historias principales, a menos que se quiera relatar mas profundamente en ellas.

- se puede entregar el relato hasta la fecha máxima del 10 de Enero, aprovechando las fechas festivas para que nadie pueda decir que anda ocupado en los estudios y demás.

*Premio:

Según cuantos relatos sean enviados el premio será uno u otro, ya que parece ser que mis concursos no llaman mucho la atención o incluso me dejan de lado, así que esta vez está en vuestra mano conseguir el gran premio o el premio pequeño, en consideración con la popularidad que tenga.


  •  Premio pequeño (si son enviados 4 o menos relatos): Regalo misterioso (Skin aleatoria).
  • Premio grande (a partir de mas de 5 relatos obtenidos): Una de las Skin Maquina de Guerra a elegir o Skin de 975RP (como alternativa si no se tiene ningún personaje disponible de ellos) y regalo misterioso.
*Ganador:

Solo puede haber un ganador que será proclamado como tal por gente externa al concurso, quien no sabrá en ningún momento el nombre del autor hasta dar el veredicto. Obviamente el jurado no será participe en el concurso y tendrá constancia de todo lo existente en el juego hasta el momento, dando así un criterio coherente. 

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No obstante, si se obtienen bastantes relatos, serán colgados en el blog 3 finalistas y el ganador del concurso, para que los lectores puedan leer las mejores obras.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Poemas 1

Aquí una pequeña muestra de mis poemas:


Recuerdos queridos.

Si alguna vez llegué a amarte
no me acuerdo,
si alguna vez llegué a quererte,
quedó en un recuerdo;
Si alguna vez logro tenerte
dolerá ser olvidado.

El último acuerdo.

Concluyendo en el acto final,
porque debe ser fatal,
en la inmensidad letal,
está el mandato astral.

Icaro.

Inapropiado en el criterio, 
 que terco,
acicalado en un mar de preocupación.
Su acción,
de valiosa emoción,
lo condenó.
En el cielo desesperan,
largas alas de cera.

Soul Reaver I
(inspirado en mi videojuego favorito)

Pese a la penumbra la
Soul Reaver ilumina,
así como las almas en pena
retrasan mi agonía.

martes, 18 de noviembre de 2014

Casa en pecera

Esta es una casa/pecera que hicimos Mika y yo, nos costó una tarde para acabarla y eso que solo ocupa 3 fotos de nada. Espero que os guste este modo revolucionario de vivir bajo el agua!

Pd: no se porqué se nos murieron todos los calamares que pusimos a modo de peces.







viernes, 14 de noviembre de 2014

Mansión Kassadin

Se que Kassadin es un personaje de League Legends y que esto no tiene nada que ver con él, pero aun así la mansión se llamará de esta forma, por unos hechos bastante complejos XD












Espero que os guste!!!


jueves, 13 de noviembre de 2014

Minecraft

Nuevo Tema!

¿A quien no le gusta jugar un poco hoy en día?, pues os traigo algo especial para mi, el Minecraft puede ser un arte algunas veces, lejos de niños rata y esas cosas que han hecho popular a este juego maravilloso y lo han destrozado.

Voy a crear un apartado totalmente nuevo con las construcciones que vaya haciendo en Mine, así como elegantes mansiones o torreones hasta el espacio, bienaventurados sean los que aprecien las obras y recordad que toda critica es buena, no os cortéis a la hora de comentar.

gracias por tomaros un pequeño tiempo para leer esto y ¡próximamente subiré lo acordado! gracias a todos!


martes, 11 de noviembre de 2014

Dificultades en tierra baldía XIII

La horda de Zombies había tomado la ciudad entera, es mas, nadie podría estar
seguro de a donde llegarían realmente, eso si quedaba alguien con conciencia
aparte de Allan. Todo parecía estar perdido; aquello que podría haber sido la
cura contra todo rastro de mortalidad, se había convertido en una epidemia.
Allan saltó del escaparate directo a la calle, justo para enfrentarse cara a cara
contra más criaturas a las que ahora debía llamar "hermanos". Ni siquiera su
mente llegaba a comprender como era que seguía pensando por inercia, que
podía modificar sus pasos y reventar las cabezas de aquellos seres teniendo
remordimientos humanos y algo de pena al intuir que era el único que seguía en
pie de aquella manera.
-¿queréis morir de una vez? - exclamó cargando contra otro zombie que no
paraba de volver a levantarse por mas que le partiera todos los huesos de su
cuerpo. Recayó en que la barra de acero se había doblado y la tiró directa contra
otro zombie, echando a correr al ver que estaban comenzando a acorralarle.
Se escondió en una calleja, suspirando un poco mientras se apoyaba contra la
pared.
-¿como voy a llegar hasta a mi casa? - se preguntó avanzando de nuevo, más
cuidadoso que antes. Ahora que no tenía arma alguna, pese a su fuerza y
velocidad sobrenatural, estaba a merced de esos monstruos que le ganaban en
numero. Un fuerte gruñido le taladró el cerebro por un momento, obligándole a
mantenerse inmóvil en el sitio hasta que una figura fantasmagórica recorrió la
calleja abajo, como un rayo. Su cuerpo estremecido continuó su camino como
un autómata, básicamente careciendo de voluntad hasta que Allan recayó en
ello y tomó posesión de nuevo. Se miró la mano un momento, abriendo y
cerrando el puño sin saber que había sido aquello y como remediarlo.
Las calles habían quedado en total silencio tras el incidente, ni un solo paso, ni
siquiera los gruñidos de las criaturas. Ya no había nada de nada, y Allan
aprovechó la oportunidad, llegando por fin a su hogar.
La casa con las ventanas rotas y puerta caída no le dio mucha confianza al
joven médico infecto. Aun así no tenía muchos recursos como para elegir otro
camino.
-¿hola? - preguntó, esperando encontrar alguien vivo. - ¿hay alguien ahí?,
¿madre? - no obtuvo respuesta, ni siquiera un sonido esperanzador.
Andó con cuidado, evitando a su paso los cristales rotos, así como las maderas
que pudieran crujir para no llamar la atención y esperar un futuro ataque. La
tele del salón seguía prendida, así como el sillón de su madre, ahora desgarrado.
Allí encontró a su madre, sentada y destrozada, mirando a la nada fijamente,
deforme hasta en el mas mínimo detalle de su cuerpo. Estaba completamente
irreconocible; Por ello, Allan suspiró con cansancio. Ahora ya no tenía donde ir,
ni que hacer, no sabía como sobrevivir siendo lo que era.
-¿que debo hacer? - se preguntó a si mismo, agarrando instintivamente uno de
los brazos sangrantes y desgarrados de su difunta madre para tomarla el pulso.
Al instante, el cadáver abrió los ojos y con un fuerte gruñido, plantó sus
afilados y sangrantes dientes en el cuello de su hijo. Allan gritó con fuerza, al
sentir el dolor y la ponzoña recorrer su cuerpo de nuevo, casi al punto de
llevarle al desmayo. Su cuerpo reaccionó seguro ante ello, agarrando el pelo de
la mujer y deshaciéndose de su depredadora, metiendo el brazo por la garganta
para arrancarle de una los órganos sin piedad, sin vida, sin remordimientos, con
el solo hecho de sentir el placer de la sangre.
Consiguió arrancarle la mandíbula y despedazar el cuerpo, aunque esta le
arañase entre quejidos ahogados, tirándola al suelo para morder y sorber la
sangre como un verdadero animal.
Horas mas tarde su mente recobró el sentido y abrió los ojos como platos al ver
la masacre que él solo había causado. No pudo evitar gritar de impotencia y
terror.
Salió tambaleante, llorando sangre que se juntaba con aquella que caía de la
comisura de sus labios.
-estoy perdido... Nunca podré acabar con esta maldición... - miró al horizonte,
compadeciéndose de si mismo por lo que había causado. El sol rozaba los
maltrechos edificios, llevando sus ideas a un lugar lejano, perdido de todo
conocimiento humano; y pudo escuchar de nuevo aquel fuerte gruñido, esa
criatura que pasó como un rayo a su lado, parecía una droga para su cerebro.
Frunció el ceño, como si una idea rondase por su cabeza; golpeó con fuerza el
marco de la puerta, dejando la marca del puño en el duro cemento.
Entró en la casa, directo al cuarto de su madre para, una vez allí, rebuscar en
uno de los armarios hasta encontrar una escopeta bien guardada en una funda de
cuero. Era el arma de su padre, el cual la loca de su madre había guardado,
pensando que no la encontrarían sus hijos. Pero Allan lo supo desde siempre y
agradeció poder tener algo con lo que defenderse.
Aquello era mejor de lo esperado, ahora tenía otro lugar al que acudir, aunque
no entendía el porqué. Debía seguir luchando y encontrar al ser que pululaba,
sintiendolo tan cercano.
Cargó el arma con su única mano existente y guardó los cartuchos sobrantes
ayudándose de los dientes para sujetar la escopeta por la correa para colgársela
a la espalda y así mientras ordenar sus ideas; las pocas que se podían tener en
un apocalipsis como aquel.
Se atrevió a ir al cuarto de su hermana un momento, encontrandolo vacío y
destrozado como cualquiera de las otras estancias de la casa. Suspiró y se
agachó ante una pequeña caja de madera que había sobrevivido al hecatombe y
lo guardó también, con cariño. Nunca había tenido respeto a su madre, pero al
amor por su hermana persistía, incluso en aquellos momentos podía escuchar el
susurro de su nombre proveniente de ella.
-Allan...
-nunca te olvidaré hermana mía – suspiró metiendo la baratija en su bolsillo,
aplastando un papel que no sabía que tendría aún. Era la formula de su padre.
Seguía allí desde el día que Elena murió.
-Allan...
Cerró los ojos un momento y se giró lentamente, tratando de hacer el menor
ruido posible.
-...- trató de pronunciar el nombre de su hermana mientras se miraban fijamente
el uno al otro. Ninguno se movió, sabiendo que la muerta tenía mas instinto
animal que él y el peligro que corría al tenerla cerca.
Pudo haberse dado cuenta antes de que estaba en la casa, pero estaba tan cegado
por la locura, que le había llevado a aquella situación; por suerte para él, Elena
retrocedió como dejandole espacio para que pudiera irse.
-...Hermana tu... ¿eres como yo? - dijo esperanzado, mas la chica solo sabía
repetir su nombre.
-Allan... - agachó la cabeza con un tic nervioso que hizo que le crujiese el
cuello – Allan... - se alejó por el pasillo finalmente.
Quiso seguirla, quería abrazarla, deseaba estar con ella.
-¡Hermana! - gritó finalmente para detenerla, pero se había ido, como un
fantasma mas que como un cadáver revivido. Un posible índice de humanidad o
corazón en el inicio mismo de la infección.
Helena le dio fuerzas para seguir, pudo matarlo en ese momento y no lo hizo;
esa era la única condición que le daba. Su deber una vez mas era salvarla.
A lo lejos el insoportable gruñido de una criatura sobre humana avanzaba sin
rumbo fijo, a lo largo de la ciudad maldita.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Monstruos

Monstruos

(Esto fue un relato que hice para un concurso en el cual no gané nada; aunque me gusta pensar que tuvieron en cuenta el escrito, que puede ser mentira, ya que trabajé mucho en ello y del cual, con alegría digo, les interesa a los lectores, mas de lo que suponía)

El campo silencioso, apaciguaba los sueños taciturnos de los moradores en
la granja, un espacio apartado y beneficioso para una familia tranquila y
sana. Una extensa plantación de girasoles daba la bienvenida al hogar,
mecidos por la suave brisa de la noche, al mismo tiempo que una pequeña
niña se revolvía somnolienta en su cama. Ella era Helena, la princesa de la
casa, quien no lograba conciliar el sueño entre el ruido de los insectos y el
murmullo del viento. Intranquila, terminó por sentarse al borde de la cama
vigilando cada una de las sombras y caras demoníacas creadas por sus
peluches y la imaginación del momento; sintió un escalofrío y miró por la
ventana ya que, pese a estar firmemente cerrada, el frío entraba por ella.
Nada podía hacer salvo moverse, prender la luz y buscar el cariño de sus
padres; al hacerlo, parpadeó insistente hasta acostumbrarse a la claridad,
haciendo brillar su lindo pelo dorado con el resplandor de la bombilla.
-¿mami? - murmuró, aun sabiendo que sería imposible escucharla desde
allí, restregándose los ojos con cansancio mientras vigilaba los vestigios de
oscuridad.

Poco tardó en salir de la cama, sintiendo el gélido suelo en sus pies
descalzos y el miedo al estar sola.

-¿mami?,¿papi? - repitió, asomada en el marco de la puerta, observando la
tenue luz del televisor aparecer desde la habitación contigua, que generaba
en el pasillo monstruos en las paredes y parte del suelo.
Se atrevió a salir lentamente, temerosa de ser atacada por algo que no
existía; mas sus ganas de llegar hasta sus padres eran más fuertes que el
miedo.

Tragó saliva y entró en el cuarto, desviando los ojos un momento para
mirar al televisor; ningún canal, solo niebla, siempre lo mismo.
-mami, papi, monstruos... - dijo, señalando al pasillo mientras trataba de
llamarles la atención; ninguno dio señal alguna, siguieron profundamente
dormidos. - … - entonces se acercó a la cama de matrimonio, tirando del
brazo de su padre para dejarse hueco antes de subir y acurrucarse entre las
mantas al lado de ellos.

Abrazada y acomodada comenzó a cerrar los ojos, dejándose llevar por el
sueño hasta terminar durmiendo finalmente.
Despertó bien entrado el día, sin haber soñado nada en absoluto, tirada en
el suelo sobre unas sábanas amarillentas, aun en la habitación de sus
padres; trató de recordar como llegó allí la noche anterior, si ella subió al
colchón para estar entre sus padres y ahora yacía sobre el frio parqué. Ellos
también habían caído, pero la miraban fijamente con una sonrisa de oreja a
oreja. Helena se desperezó feliz, estirándose mientras los observaba
sonriente también.

-Voy a preparar yo sola el desayuno – alegó felizmente, aunque no
obtuviese respuesta. - ya vuelvo. - inspiró profundamente, olisqueando el
aroma de su madre.

La mañana parecía tranquila, las sombras ilusorias desaparecieron por
completo, hasta el tétrico pasillo, ahora era de color violeta con adornado
floral; Aun con todo, el fresco no cesaba de helar cada uno de los rincones
y el tenue perfume de la naturaleza impregnando el ambiente saludaba a la
pequeña en su camino hacia la cocina, la cual pensaba en la aprobación de
su familia al verla actuar como una chica mayor.

Comenzó a acomodar las sillas en su sitio, sin saber porqué estaban en el
suelo también, colocó la mesa y buscó desesperadamente entre los cajones
algo que llevarse a la boca. No quedaban cereales, la nevera estaba bacía,
aquella cocina parecía abandonada desde hacía meses.

-ju... - refunfuñó, sentada finalmente a la espera de su parientes.
La espera se hizo eterna, las horas pasaban raudas mas no había indicios de
que alguien llegase a desayunar. Helena agachó la cabeza decepcionada,
tampoco quería volver al cuarto para molestar a sus padres. Si duermen es
porque estaban cansados, al menos eso pensaba la pequeña.
Se acercó a la encimera y se subió para mirar por la ventana, admirando el
inmenso campo florecido.
-Mama... Papa... - dijo a mismo tiempo que la brisa mecía su pelo.-…-
Alargó la mano con la curiosidad de saber la procedencia del viento y ese
perfume que tanto la gustaba, con la suerte de encontrarse con una
mariposa azulada, que hizo retroceder a la pequeña. Observó el aleteo del
insecto, descubriendo que no había ventana alguna en los marcos, sino
cristales rotos. Ignoró aquel hallazgo, ensimismada con los hermosos
colores de la mariposa, incluso se atrevió a seguirla afuera, rasgando su
pijama rosado al engancharse en los resquicios.

Una vez en el porche se dio cuenta de lo que había hecho, desobedeció a
sus padres. No había salido nunca mas allá de las puertas de casa y ahora
estaba en el porche, viendo el mundo por vez primera en su corta vida, ¿se
atrevería a ir un paso hacia la realidad?. Su familia siempre decía que salir
era muy peligroso, pero la curiosidad de la niña iba más lejos, siguiendo a
la mariposa tal como ella deseaba.

-no pasará nada – se dijo – no hay monstruos – anduvo entre la tierra
húmeda, pese a sentir la suciedad en sus pies descalzos, con el solo deseo
de dar caza a su nueva amiga. El ambiente estaba impregnado de la
fragancia divina de su madre, acentuando aun más la curiosidad de la nena
que buscó con desesperanza al insecto hasta encontrarlo con la mirada.
-¡aquí mariposa, aquí! - lo llamó, siguiendo de cerca pese a los dificultosos
girasoles y sus altos tallos.

En realidad la muchacha salía de las sombras, huyendo sin saberlo de un
lugar desolado. A cada paso que daba los girasoles se marchitaban, las
altas zarzas enredadas en alambre de espino era la única salida a una casa
derruida, abreviando distintas señales de peligro y contaminación,
oxidadas por el paso del tiempo. Antaño era un apacible lugar, ahora tan
solo quedaba el recuerdo de una niña pequeña que soñaba despierta,
persiguiendo una mariposa en un mundo de ensueño donde todo era como
debería.

Siguió caminando por la pradera, alejándose de la devastación para
adentrarse cada vez mas en el descubrimiento. Una pradera inmensa de
plantas muertas, aunque ella viese el terreno de manera colorida, un campo
de juegos donde poder caminar libre; por primera vez libre.
La niña ralentizó su paso un momento, percatándose de la presencia de un
animal pequeño, tumbado en medio del camino y tan sonriente como sus
padres. -¡hola! - se acercó dando saltitos felizmente. - ¿como te llamas? -
preguntó, pero no obtuvo respuesta alguna, ni siquiera un movimiento de
ataque. Nada.

-Bueno, ¡hasta luego amigo! - se despide sin dejar de sonreír, aunque fuese
una enorme rata muerta y sangrante a la que saludaba.
Reanudó su camino a lo largo de un sendero empedrado hasta entrar en un
pueblo abandonado, un lugar lúgubre subsistiendo de la miseria y la
arboleda que carcomía las fachadas de los edificios y la calzada. La
pequeña caminó sin miedo tratando de hallarse una vez mas con la
mariposa, pero al parecer había desaparecido. Comenzó a embargarle el
miedo; por vez primera, afectada por el hecho de estar sola en una zona
extraña, lejos de su hogar. Cuanto mas avanzaba, el aire era mas pesado,
aunque seguía persistiendo aquel olor proveniente de una enorme fábrica
al final del camino. Decidió investigar un poco mas, hasta los insectos
tenían un matiz hermoso para la pequeña. No podía temer, no ahora que
había llegado tan lejos.

Caminó despacio en el interior del emplazamiento deshabitado. Parecía
llevar años inactivo, con máquinas mugrientas y oxidadas, el suelo
descomponiéndose tras sus pasos, enraizado por alguna zarza y malas
hierbas que crecían en el subsuelo. Una viga del techo calló sin motivo,
provocando un fuerte estruendo y sobresaltó a la pequeña.
Trató de sacarse el mal augurio de encima, centrándose en sus colores
imaginarios mientras se acariciaba los brazos con algo de frio. Allí no
había nada, nadie salvo ella. O eso creía.

-¿que haces aquí pequeña? - escuchó una voz grave a su espalda,
obligándola a girarse con una poderosa fuerza sobre su hombro.
-y-yo yo... - tartamudeó al ver a un hombre enorme con un traje acorazado
y una mascara anti gas cubriéndole el rostro al completo, donde resonaban
los tubos de oxigeno que llegaban hasta su espalda. - M-monstruo
-Dios mio... - al instante, el militar apartó su mano de la chiquilla,
echándose hacia atrás, mas asustado que ella si cabía.

-¿señor? - preguntó al darse cuenta de que era una persona. - ¿puede
llevarme con papa y mama? - dio un paso en su dirección, sin miedo, ni
siquiera cuando el militar sacó un arma y la apunto directamente a la
cabeza. - ¿S-señor? - le miró, sin pensar en las consecuencias si apretaba el
gatillo.

-Monstruo... - quitó el seguro de su arma, temeroso.
-N-no señor, yo no soy un monstruo. Mi nombre es... - Recibió la bala
antes de que pudiera terminar la frase.

La última reacción de la pequeña fue mirar a los ojos al asustado
individuo, viendo su mundo desmoronarse mientras caía inerte. Sus
últimos segundos de vida solo para suspirar en la agonía, un solo momento
para recordar que ella ya no era la bella niña de papa, sino un pequeño
monstruo que las guerras nucleares habían creado. Todos aquellos
experimentos radiactivos que dañaron su bella imaginación, avivando la
locura en un intento de parar al sufrimiento de ver morir a sus padres
lentamente, de olvidar el abandono y el dolor al sentir su cuerpo lleno de
bultos y temblores, sin poder respirar bien, llegando a no querer dormir
jamás.

Helena ahora yace muerta y nadie mas supo de su existencia, ya que su
caso era una irrealidad; el militar que la encontró prefirió no preguntar
acerca del caso. El pueblo había sido una de tantas masacres y una muerte
más no valía la pena ser narrada.

Pero tampoco se habla de otros temas mas cercanos. El hambre, la
pobreza, muchos niños sufrirían los mismos cambios que la pequeña
Helena, creando repercusión en sus delicadas mentes o incluso llegando a
matarlos o dejarles desvalidos para siempre. Conocemos el nombre de
Helena pero... ¿a alguien mas?

Los verdaderos monstruos siempre se esconden.
Nosotros mismos somos los ladrones de la infancia.

- Fin -

jueves, 6 de noviembre de 2014

Jeff the killer - Blood and Darkness VI

(Fanfic Jeff the killer)






Capitulo 6 - Fire

Jeff giró en redondo al escuchar la voz gutural que fue más como un taladro en su cabeza que
una voz de verdad; Pero allí no había nadie. Al oírlo de nuevo volvió a su posición original,
portando consigo ambos cuchillos, arañando el sello que había sido su perdición hasta el
momento, aunque la embriaguez le hizo resbalar al suelo.
- oh... Bueno - bebió sonriente, tratando de no pensar en las voces ni en los símbolos ni en todas
aquellas extrañas amenazas que le rodeaban sin cesar. Un sonoro latigazo vertió el contenido de
su botella al suelo, seguido de los cristales al hacerse añicos. Alzó la vista y así volvió a
encontrarse con él, aquel ser alto como los árboles sin rostro ni expresión alguna.
- que de... - apenas le dio tiempo a terminar la frase cuando se vio asaltado por varios tentáculos
que le amarraron sin piedad, lo que él visualizaba como ramificaciones sanguinolentas que
trataban de quebrarle brazos y piernas. El ser se acercó como queriendo observarle de cerca
pese a no tener ojos. De nuevo escucho la voz sanguinaria aparte de la suya propia que le
proponía correr como pudiera, lejos de allí.
ahora finalmente, el loco es cazado por la cordura
- ¡aléjate de mi! - gritó aunque sonriente, cortando todos los tentáculos al girar con maestría el
cuchillo, efecto que hubiera ocasionado daños en el cuerpo de cualquiera, menos en el de él.
Logró darle un cabezazo al ser, sin siquiera replantearlo, haciendo que desapareciera entre la
maleza, agitando todo cuanto había al rededor del asesino.
Al caer de espaldas al suelo, el cuchillo voló lo bastante lejos como para impedirle recogerlo
estirando el brazo. Se levantó lo más rápido que pudo, yendo directo hacia el arma, aunque una
vez mas fue agarrado por el extraño ser.
No lograrás escapar...
- ¡¡aaaaarg!! - gritó con fuerza, mordiendo al agresor con dureza; aunque con ello no consiguiera
zafarse, sino ser apuñalado en el brazo por un objeto punzante y oscuro. Las garras del hombre
alto, la dureza del diamante y el filo tan cortante como su alma. Jeff apretó los dientes por el
dolor, haciendo que su boca se llenase de sangre. El ser volvió a separarse del asesino, quien
escupió con asco y un leve regusto a bilis por el alcohol. Al mirarse las manos cayó en la cuenta
de que no era sangre, sino un líquido negruzco como los tentáculos y brazos del agresor. Gruñó,
esgrimiendo el cuchillo que le quedaba, cuando su corazón comenzó a latir con violencia,
haciendo que le temblasen las piernas y no pudiera moverse. - p-pe...
La ponzoña... Tu cuerpo pertenece al bosque... Al igual que tu mente...
- ¡¡NO!! - logró que sus músculos reaccionasen, tambaleándose al intentar salir del lugar,
corriendo sin parar entre los árboles, seguido del ser y el veneno que acababa poco a poco con la
poca cordura que le quedaba, mezcla del alcohol y todo lo que llevaba encima. La locura corría
más que sus pasos, tanto que los árboles parecían querer atraparlo como su perseguidor y su
visión se dificultaba, cuanto mas se alejaba. En el momento que giró la mirada para ver si era
perseguido, tropezó con una losa de mármol, cayendo al suelo por ello; cual sería su sorpresa al
posar las manos en el borde de un foso, al que hubiese caído si la suerte no hubiera estado de su
lado por una vez. - AAAAAHHH!!! - bociferó, cortando el aire a su alrededor, alterado mientras
retrocedía arrastrándose de espaldas en el suelo, hasta chocar contra un objeto bastante grande.
Lo golpeó en un intento desesperado por agredir al ser, aunque fuese en vano. Sus ojos quedaron
fijos en la lápida de piedra que le había obstruido el paso, aquella donde ponía el nombre de su
hermano "Liu" - Hermano... - sus manos tocaron las marcas en relieve de las letras donde
aparecía aquel nombre, aquella fecha en la que nació y en la cual falleció.
Por tu culpa...
- por mi culpa - se quedó de rodillas frente a la tumba de su propio hermano, dejándose
corromper por las ilusiones y el malestar del bosque maldito.
Debes pagar...
El perseguidor se acercó a él, desorientándole mientras el mundo daba vueltas y se distorsionaba
sin remedio, desvaneciendose en la oscuridad para luego volver a la "realidad" iluminando con
excesiva luz la tumba como si pudiera hacer que el muerto levantase del agujero en el que
estaba.
- p-pagar... - repitió, confundido y acongojado por lo que sucedía.
Si... Pagar con tu vida... Que ahora es mia...
Aquello hizo reaccionar al joven asesino, quien enojado giró sobre si mismo, clavando el cuchillo
sin piedad en el pecho de la criatura, dejando que la ponzoña bañase su rostro y su cuerpo, al
igual que la cara inexistente del ser.
- ¡no me engañas maldito! - gritó con violencia - ¡nunca más, ¿me oyes?! - se enfrentó a ello
duramente, mas que antes sin duda, sacando y clavando el cuchillo una y otra vez antes de que
el maldito pudiera desaparecer de nuevo en la lejanía, fundiéndose con el bosque. - ¡vuelve
cobarde! - Jeff se había convertido en el perseguidor, aunque la supuesta presa básicamente
podía con él.
Sin saberlo, volvió a estar en el mismo punto de encuentro como al principio. El árbol, donde su
preciado alcohol yacía derramado entre la hierba seca.
- ¡eso es! - "sonrió", mas si podía y sacó de sus bolsillos el encendedor, dándose la vuelta para
esperar a su agresor - ¡¿este es tu bosque?!, ¡¿esta es tu preciada creación con la que confundes
mi mente?!, ¡¡pues mira bien como arde!! - prendió la hierba, convirtiendo el líquido del suelo en
puro fuego a su alrededor, extendiéndose sin remedio por todo el lugar.
En un intento desesperado el alto ser trató de atraparlo entre las llamas, pero Jeff le fue
esquivando, soportando el ardor y la futura muerte. Llegó su momento y atacó, saltando sobre el
extraño, siendo teleportado de un lado a otro sin remedio, entre cambio y cambio dimensional
por todo el bosque. Las ramas rasgaron sus ropas, los tentáculos del ser le cortaban la
circulación por las manos mientras él trataba de destruirlo por completo. Hasta que ambos
cayeron, envueltos en llamas mientras sirenas de policía y bomberos se escuchaban en la lejanía
y el humo dificultaba la visión de cualquiera en la zona.

TU ALMA ES MIA...

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Jeff the killer - Blood and Darkness V

(Fanfic Jeff the killer)


Capitulo 5 - Leave me alone

Victoria dormía de lado, agarrada a su almohada. Por fin había conseguido dormir después de
unas largas horas, el tiempo justo para que Jeff recorriese la casa en su busca, cantando su
canción una y otra vez.
Le seguía costando caminar, moviéndose como un autómata dentro de un sueño. No podía hacer
nada para evitarlo.
La casa era pequeña, con dos cuartos, una cocina, un cuarto de baño y unas largas escaleras que
daban a la entrada, ahora cubierta por la sangre del asesino. Aunque parecía que la chica había
intentado limpiar en gran medida la sangría.
Jeff se tomó la libertad de buscar un arma alternativa a sus armas, tomando un cuchillo más
grande, tipo de carnicero, de la repisa de la cocina. No estaba acostumbrado a ello, pero le
serviría para "dar las gracias" a su salvadora. Rió como un loco antes de caminar de nuevo por la
casa.
Por fin llegó a la habitación donde se encontraba la chica y abrió la puerta con cuidado, emitiendo
un pequeño chirrido, proveniente de las bisagras.
De repente se vio inmerso en otro sitio, sin mas fue rodeado por altos árboles ilusorios, algo tan
extraño e irreal como el amplio camino de tierra negra que había bajo sus pies. Jeff se quedó
contemplando todo con seriedad, sin comprender como había llegado hasta allí.
Por un momento el joven asesino quiso salir, agobiado por tal cambio repentino tanto en el
ambiente como en el paisaje, reaccionó como una persona coherente tratando de escapar de allí,
corriendo en busca de la puerta por la que había entrado a aquel lugar, la cual había
desaparecido.
- ¿que está ocurriendo? - se dijo alzando la vista al cielo para sorprenderse con lo que allí se
encontraba. La luna brillaba sobre los árboles como un simple circulo luminoso tachado por una
cruz de sangre. Jeff nunca había visto nada igual. Retrocedió unos pasos, comenzando a
escuchar voces en su cabeza que le incitaban a seguir a delante.
"búscame", "estás perdido en mi bosque", "rendirte es lo único que puedes hacer contra mi"
Sus heridas volvieron a doler con mayor intensidad que en un principio. Parecía estar dentro de
una horrible pesadilla lo bastante real como para hacerle enloquecer. Pero era Jeff el asesino, él
Ya estaba loco.
- je...jejeje...jeje... - Comenzó a reírse, al mismo tiempo que el aspecto del bosque se
tambaleaba como si de una imagen digital se tratase, tratando de volver a la habitación de
nuevo, en la que se vio a Victoria de pie encima de la cama, con el pelo tapándola el rostro y tan
quieta como si se hubiera ahorcado del techo.
Pese a la alteración fantasmagórica, Jeff se mantuvo firme, acercándose a donde estaría la chica
poco a poco, con las manos en los bolsillos. Por desgracia el bosque volvió a hacerse fuerte en
aquella ilusión y era como continuar caminando por un camino hecho de cenizas.
- ¿Donde te escondes...? - dijo con burla, ladeando la cabeza de un lado a otro, sonriente,
mientras caminaba. Pese a todo no obtuvo ninguna respuesta, ni siguiera un susurro, aunque era
lógico en aquella ilusión. No se escuchaba ni el viento entre las copas de los árboles.
El extraño símbolo del cielo siguió brillando con gran intensidad, incluso parecía seguir al joven
asesino allá por donde caminase, tanto como para llegar a frustrarle de nuevo; comenzó a
acercarse a los árboles, arañando con el cuchillo a su paso, cada corteza con la que se topaba. La
imagen volvió a distorsionarse y justo al tiempo de ver como la chica saltaba sobre él desde la
cama.
El bosque directamente desapareció del todo y volvió a encontrarse en la habitación, aunque esta
vez, las paredes estaban macabramente decoradas con dibujos sombríos. Forcejeó con la chica,
ambos tratando de que un mismo cuchillo acabase en un cuello u otro.
- Demonios... - gruñó al verse asaltado tan de repente, sin siquiera haber podido percibirlo.
Hasta parecía ser mas fuerte que él, hasta que el joven asesino logró zafarse, dejando su cuchillo
atrás, y rodar por el suelo bajo la cama.
La chica, sin expresión alguna en el rostro, agarró el cuchillo y se asomó como autómata en
busca de su presa. Pero Jeff no estaba. Miró al vacío, sin ver nada en si, era una simple carcasa
sin vida y Jeff no se había dado cuenta de ello, hasta que se lanzó sobre ella, consiguiendo
golpearla en la espalda y arrebatarla el arma para utilizarla en su contra de nuevo. Por fin
consiguió acabar con ella.
Victoria se quedó de pie, sin emitir sonido alguno, muriendo su cuerpo poco a poco. Jeff volvió a
apuñalarla una y otra vez sin parar, riendo como un maníaco, disfrutando con la sangre .
- ay! - por fin la chica reaccionó y se encogió de dolor hacia delante. - ¿q-que?
El mismo símbolo de la luna en la ilusión apareció en aquella espalda ensangrentada, con tal
fulgor que cegó al asesino, obligandolo a retroceder soltando su cuchillo y tapándose los ojos con
el brazo. Cuando trató de ver nuevamente, la chica había desaparecido.
- Como... - observó a su alrededor con enojo - ¡¿que juego es este?! - corrió a encender la luz
del cuarto, queriendo encontrar a su presa. Nunca se hubiera imaginado lo que encontró allí...
Las paredes, aquellos dibujos sombríos del bosque que había visto en persona y más... Muchos
otros detalles que no le dio tiempo a procesar. Retrocedió unos pasos ya que no estaba solo, una
figura sobre humana lo esperaba, como un enorme árbol negro cuyas ramas trataban de
atraparlo y lo que era peor, su cara, un rostro blanco, sin expresión alguna y completamente en
blanco.
A Jeff no le dio tiempo ni a preguntar cuando se vio obligado a esquivar aquello que parecían
ramas de color negro para él. Fue demasiado lento, el ser le golpeó de tal manera que acabó con
la espalda contra la pared, abriéndole las heridas de nuevo.
- arg! - gritó de dolor y se levantó mirando hacia la habitación - ¿que... Eres...? - pero para
cuando quiso darse cuenta, todo, excepto los murales sombríos, había desaparecido. Victoria se
había evaporado como el agua. - Maldita sea! - golpeó la pared con fuerza, lleno de frustración.
Aquella fue la primera vez que perdía a una de sus victimas y no sabía ni como había ocurrido.
Pronto la habitación volvió a girar como una imagen digital y el joven asesino se vio obligado a
salir de allí con las manos sobre su cabeza. - ¡¿que está pasando?!
El ambiente en la ciudad no cambiaba apenas, seguía lloviendo con una intensidad implacable y
los truenos tronaban con fuerza sobre las casas. A desgracia del joven asesino cuya mente
estaba siendo torturada hasta tal punto de dejarle temblando en un rincón de la cocina de su
victima.
- Demonios... - gruñó llevándose las manos a la cabeza de nuevo, queriendo golpearse contra
algo para olvidar esas visiones extrañas que comenzaron a atormentarle con bastante
persistencia. Alzó un poco la mirada queriendo cerciorarse de que todo había terminado, aunque
el lugar seguía distorsionándose a cada tanto. No dudó ni un segundo, desesperado, se levantó y
agarró una botella de whisky que se bebió a pelo, sintiéndose bastante mejor, aunque le
quemaba por dentro. Era la primera vez que bebía, y solo lo hizo por las típicas referencias que
había escuchado por parte de la gente, que alegaban beber para lograr la felicidad en momentos
de desesperación. El primer trago fue como ácido puro, haciéndole escupir y toser hasta que su
cuerpo le permitió proseguir tercamente.
Pronto se sentó en el suelo, ebrio de alcohol y venganza, pensando en su victima sin duda.
- he perdido a mi victima... - se dijo dando otro largo trago a la botella - ha desaparecido delante
de mis ojos... je... jeje... jejeje... - terminó por reírse como el loco que era, deseando estar entre
sueños. Terminó vomitando por el repentino maltrato a su cuerpo y estalló la botella ya bacía
contra el suelo, par luego levantarse y tirar todo lo que había sobre la encimera de la cocina,
buscando algo más que llevarse a los labios de nuevo y dañase su hígado para siempre. El Ron lo
dijo todo.
Agarró con fuerza la siguiente botella y bebió hasta atragantarse y vomitar de nuevo; su
estómago estaba sufriendo de tal manera que ni sus heridas importaban en ese momento.
- genial... Voy a volver a por ti! - se tambaleó mientras caminaba de vuelta a la habitación que le
había vuelto mas loco que de costumbre, mientras bebía a cada paso. Para cuando llegó, nada
había cambiado a excepción de la extraña aparición que había desaparecido por completo,
dejando tras de si un rastro de sangre por toda la alcoba, incluyendo el catre.
Jeff se tiró en plancha sobre la cama, llenándose de suciedad pese a que su mente lo negara.
- ey! Sabes una cosa? - le habló a la botella, aun riendo - No se lo digas a nadie pero... Soy
menor de edad... - terminó por dormirse, dejando caer la botella y su contenido, al suelo. En sus
sueños se desarrollaba el mismo escenario y las mismas sensaciones de malestar que le dejó la
bebida; aun con todo comenzó a pasarle los dolores y los delirios, consiguiendo con ello volver
a las extrañas ilusiones y agonías. El ser sin rostro aparecía ante él de nuevo, sin temor, con solo
el placer de verlo temblar.
- tu otra vez? - dijo Jeff con tranquilidad, tan claramente que parecía cuerdo pese a la
borrachera. - Márchate!, déjame en paz! - gritó sacando un cuchillo amenazante.
Para desgracia del joven asesino, su cuerpo fue completamente inmovilizado por las sombras. No,
no eran sombras, eran unos enormes tentáculos de color negro que se negaron a soltarlo. Y el
ser se acercó a él con intención de destruirle.
Despertó de golpe a causa de aquella horrible pesadilla. Con un dolor tan indescriptible que tubo
que encogerse en el camastro tratando de recuperarse.
- uh... - un leve quejido salió de sus labios antes de llevarse ambas manos a la cabeza. La resaca
no le agradó lo mas mínimo. - No volveré a hacer eso... - se dijo incorporándose con lentitud,
observando el cuarto hasta que recordó lo ocurrido de la noche anterior. Cuando su cerebro
reaccionó ante lo que veía, su cara de espanto fue la mejor respuesta para darse cuenta de que
debía salir de allí cuanto antes. Al contemplar los dibujos de las paredes una vez mas, su
alrededor volvió a distorsionarse con intención de devolverle a las pesadillas. - No de nuevo! -
salió corriendo, en busca de sus enseres, sus armas ante todo y su sudadera.
Justo cuando pasó por la cocina comenzó a replantearse la opción de buscar más alcohol para
llevarselo, y así lo hizo, sin pensar mucho. Puede que necesitara volver a desconectar del mundo
y dejarse llevar por la bebida si aquello seguía así; es mas, al rebuscar una nueva botella por los
muebles, se encontró con un paquete de tabaco y un encendedor. No dudó en llevárselo también.
Salió de la casa lo más rápido que pudo hasta que finalmente se adentró en el bosque,
completamente borracho de nuevo. Sintió como si alguien o algo le observase a lo lejos, pero
decidió dejarlo estar, no por miedo sino por la prisa que tenía en encontrar su árbol marcado.
- tiene que ser este... - dijo tambaleante al reconocer uno de los árboles. Dio un trago de su
botella y al instante una calada al cigarrillo que se había encendido por el camino, tosiendo un
poco por el humo del tabaco. Se encaramó a la rama y luchar por subir. Cuando logró llegar al
lugar donde se suponía que estaba la marca de su cuchillo, se encontró con una desagradable
sorpresa. La marca estaba allí si, pero estaba tachado por un símbolo circular y una cruz en su
centro. La misma marca que tenía la chica.
- ¿que es esto?, ¡¿que maldito truco es este?! - se enjugó los ojos con ira, pensando que sería
causa de la embriaguez. Pero no era así, el sello estaba allí y lo peor era que estaba dibujado con
sangre reciente. Un suave viento le meció el cabello al mismo tiempo que su perturbada mente
trataba de reaccionar ante lo que veía. Escuchó un leve siseo que le sacó de sus pensamientos y
le hizo bajar del árbol y agacharse al ver algo moviéndose por el suelo a causa del viento. Era
una simple hoja de papel con dos únicas palabras: "Déjame solo".
- ¿Una nota... En el bosque? - Aunque estuviera borracho sabía bien que aquello no tenía
sentido, no al menos hasta que algo detrás suya amenazó con atraparle, con una voz tan
penetrante que parecía hablarle desde su propia mente.

Una nota en el bosque... Si... Por fin...