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jueves, 15 de diciembre de 2011

Nirsell XIII

El día se desarrolló lluvioso y desolado. Ahora todo era triste, como si el tiempo supiese lo mal que se sentía Nirsell al no haber podido impedir que se llevaran a Toni. Había vuelto a casa, derrotado. No se dignó a mediar palabra con las chicas, quienes esperaban a que volviera. Se sentó en el sofá, aún sin decir nada, y ellas entendieron que deseaba estar tranquilo unos minutos, por lo que se sentaron en las sillas y esperaron.
Nirsell se llevó las manos a la cabeza.
- Ha sido por mi culpa - dijo finalmente - debería haber pensado en otro lugar, en vez de traerle a esta casa -
- Nirsell... -
- no, Vero, sabes que tengo razón, yo le he condenado de nuevo -
- demos gracias  de que no nos hayan arrestado por cómplices - intervino la madre de Vero
- ¡la cuestión es que deberían! - dio un puñetazo sobre la mesa, la caja de madera se cayó, vertiendo todo su contenido sobre el suelo - me habían arrestado pero de repente decidieron que no ¡Toni está solo y no podrá contra Harellerth! -
- ¿que? -
- fue lo que me dijo él, que Harellerth está ganando terreno -
- vaya ¿que es esto? - dijo la madre de Vero, quien había recogido la carta que culpaba a la ex de Nirsell de ponerle los cuernos - este idioma... -
- ¿lo conoces mamá? -
- claro, es el alfabeto de los demonios - respondió
- ¡¿que?! - Nirsell se sorprendió
- como lo oyes, y si ha sido Harellerth acaba de cometer un error terrible -
- no te sigo - dijo Nirsell
- podemos convocar a tu demonio -
- ¿en serio?, - se levantó de un salto - ¿podemos librar a Toni de ese... Lo que sea? -
- si -
- Nirsell, dime una cosa - intervino Vero - ¿como es que de repente te preocupa tanto este tema? -
- Veras... - agachó la cabeza - cuando arrestaron a Toni vi que no era él, ni ninguno de sus variantes y sus ojos... -
- lo más seguro es que tomase posesión de Toni para agotar la energía que le quedase en que solo les encarcelaran a ellos - respondió la madre de Vero
- Pero, ¿por que haría eso? -
- Muy sencillo Vero - dijo Nirsell - él está ahora solo, solo y a merced de ese Demonio -



- solo, Toni está solo, Toni está solo, Toni está solo - se decía una y otra vez, balanceándose con las manos en la cabeza.
- joder tío, cada día estás mas loco - dijo el chulo, siempre en una celda frente a la del esquizofrénico - Toni, hombre que no estas solo -
Toni le ignoró, la pelea mental que estaba teniendo era mucho mas poderosa que el dialogo de su compañero
- estás solo, completamente solo - la voz de Harellerth resonaba dentro de su cabeza
- Toni está solo, Toni está solo - repitió, echándose hacia un rincón
- Nirsell te ha abandonado -
- no,no,no,no,no,no, Nirsell no, Nirsell no - se balanceó, tirándose de los pelos
- si, tu supuesto hermano, ese maldito hermano nuestro -
- no,no,no,no,no,no -
- si Toni, él te ha condenado -
- ¡mientes! - gritó, derramando lágrimas sobre el frío suelo de piedra
El chulo le observó. Toni había comenzado a dar puñetazos contra el suelo.
- madre mía, ya está, este tío está como una puta cabra... Ayá él - se despreocupó
Toni consiguió hacerse sangre en los nudillos, pero él seguía y seguía, cayendo cada vez más en la locura; por suerte apareció un guardia, haciendo su ronda nocturna y le detuvo, llevándole a la enfermería. Tubo suerte, Toni no opuso resistencia.
- ¿crees que somos tontos? - le recriminó la enfermera - la otra vez tuviste que ir al hospital y te escapaste, por mucho que hagas ahora, ya no saldrás -
Toni agachó la cabeza sin mediar palabra
- déjame ver que te has hecho - no hizo nada - no tengo todo el día ¡vamos! - tiró de él, haciéndole daño. Al final cedió y le mostró las manos ensangrentadas. Mientras le curaba y vendaba las manos Toni la miró a la cara, aunque no veía a la carcomida enfermera de la carcel, sino a Vero, una pena que la imagen le durase solo un instante, volvió a caer en la desolación.
- Ya esta, ahora lárgate ¡guardias! -
- Tu no eres Vero - susurró
- ¿que dices? -
- ¿donde está?, tu la escondes ¿si? tu la escondes -
- ¿que tonterías son esas, ¿quien es Vero? ¡Guardias! -
- ¡la he visto! si,si,si,si,si,si ya no estoy solo - saltó sobre la enfermera - ¿donde está? - quiso saber, mientras la estrangulaba con las manos - ¡¿donde está?! - repitió, zarandeándola
De repente Toni recibió un duro golpe en las costillas y cayó al suelo sin poder moverse
- joder, un poco más y me mata - la visión de la chica se le izo borrosa - ¿por que coño habéis tardado tanto? - finalmente Toni se desmayó.

En sus sueños seguía a su propio yo de niño, de como era mucho antes de convertirse en lo que era ahora.
- no sé que es lo que temes - le dijo el niño - lo tienes todo ¿no? -
- no,no,no,no,no,no, no están... -
- no les necesitas - se volvió hacia él - lo que pasa es que eres un cobarde -
Toni agachó la cabeza
- solo me necesitas a mí - el niño fue cambiando, creció hasta hacerse mas alto que Toni, su piel se volvió mas fuerte y oscura y sus ojos refulgían con un color dorado. Toni no huyó, sino que levantó la cabeza con ira y orgullo.
- vaya, como cambiamos de parecer - dijo el demonio
- nunca nos vencerás -
- aunque cambies de personalidad, nunca dejarás de ser Toni, el mísero idiota al que todos abandonan -
- y tu nunca dejarás de ser el rencoroso imbécil de Senill -
- no te atrevas a pronunciar mi nombre -
Toni estuvo a punto de atacarle, pero su otro yo volvió demasiado rápido.
-ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja, ¿y ahora que?, ¿tienes miedo? -
- no,no,no,no,no,no - se llevó las manos a la cabeza - ¡Deja a Nir! -
- ahora mismo no me interesa Nirsell, creo que puedo hacerle mas daño quitándole otro hermano que mas aprecia ¡mas que a mí! que ni se da cuenta de que seguía a su lado -
- Toni no es su hermano no,no,no,no,no,no -
- él dijo lo contrario... aunque puede que te aya engañado, que lo único que desea sea el no sufrir él, ¡que otro cargue con el demonio!, ya me invocará - miró hacia otro lado, alterado pese a que solo había oscuridad infinita - por ahora vete, así verás que llevo razón -
Toni se despertó. Estaba tirado en el suelo de su celda y un guardia le llamaba a gritos:
- ¡eeeeeh, tu! - decía - despierta, tienes visita -
Toni levantó la vista y miró por la ventana enrejada. Era de día, lo mas probable era que hubiese estado dormido toda la tarde y noche del día anterior, aunque no reparó en ello; lo que le llamó la atención fue la lluvia. Le dolían las manos, pero no recordaba porqué, ni porqué las tenía vendadas.
- oye venga - le abrieron la puerta.
Toni salió, aunque con reservas, y le esposaron para guiarle a la sala de visitas. Allí le esperaba Nirsell, detras del grueso cristal blindado, quien le saludó intentando parecer despreocupado; eso no le gustó nada.
el guardia le obligó a sentarse y le quitó las esposas; cogió el intercomunicador para poder contactar con Nirsell a través del cristal
- Toni ¿estas bien? - fue lo primero que le dijo. Toni no contestó. - tranquilo Toni te sacaremos de hay, por dios, ¿que te has echo en las manos? -
- los nudillos ¿si? los nudillos - fue lo único que dijo.
Nirsell se relajó
- Vero vendrá ahora ¿vas a querer hablar con ella? -
- si,si,,si,si,si,si - sonrió
- bien, me alegro, está muy preocupada por tí, - le dijo - ha encontrado la manera de como librarte de Harellerth -
La sonrisa de Toni desapareció
- como es eso ¿si? como es eso -
- escucha tu no tienes de lo que preocuparte, le invocaremos y así... -
- ¡abandonareis a Toni! - mas que pregunta era una afirmación
- no hombre, pero tenemos que hablar con el juez para que te podamos pagar alguna fianza, joder es que estás condenado de por vida ¿lo entiendes? -
claro que lo entendía, le dejarían encerrado de por vida cuando pudiesen liberar al demonio. Las palabras de Harellerth rondaron su mente: "aunque puede que te aya engañado, que lo único que desea sea el no sufrir él, ¡que otro cargue con el demonio!, ya me invocará"
- ¡me engañas Nir! - se levantó, tirando la silla al suelo, los guardias se vieron alertados
- ¿que?, Toni tranquilo, no te alteres... -
Toni colgó y pidió que le llevasen de vuelta a su celda, con un simple gesto para que le esposaran.
- ¡Toni espera! - gritó Nirsell, pero ya era tarde. suspiró hundiéndose en el asiento - vaya mierda - dijo.
alguien golpeó el cristal para llamar su atención; el chulo le indicó que cogiera el intercomunicador. Él así lo hizo.
- ¿que pasa chulo? - le dijo con familiaridad
- pos nada tio como siempre mala comida pero asistencia médica gratis - rió - Tío, Nirsell ¿que coño pasa con Toni? está mas loco de lo normal -
- si esto... Es una larga historia - respondió
- Hola Nir - le saludaron a sus espaldas, era Vero - ¿y Toni? -
- Pues... -
- Nirsell tío, presentamela -
- ostias perdona, Vero, este es el chulo de la cárcel -
- si nos conocemos - le quitó a Nirsell el intercomunicador y le saludó pos su nombre de pila
- ¿pe...Pero que? -
- vivimos en el mismo edificio - le sonrió
- ¡oh! vaya, lo siento no te conozco - le comunicó
- bueno no pasa nada, soy amiga de Marissa, la operaciones -
- anda que casualidad - se sorprendió
- ¡ejem!, - Nirsell quiso llamarles la atención - Vero, que tenemos que irnos -
- ¡ah! Vale. Bueno, nos vamos, - le dijo al chulo - encantada -
- lo mismo digo - colgó, Vero hizo lo mismo y el chulo les despidió con la mano, para seguir hablando con otra mujer que se había sentado al lado
- bueno ¿y Toni? - le preguntó
- pues no se lo a tomado muy bien que digamos -
- ¿por que? -
- piensa que le vamos a abandonar -
- que poca fe tiene en nosotros -
- no pasa nada, hablaremos con el juez, tenemos que darle las gracias a tu madre por avernos conseguido cita -
- ya te digo -
- venga, larguémonos de aquí, se nos hace tarde -

Al llegar a los juzgados, se encontraron con la madre de Vero en la puerta; al lado de ella se encontraba el juez Vallestar, aquel que condenó a Toni a cadena perpetua.
- Juez Vallestar, estos son los muchachos de los que le hablé, mi hija Verónica y Nirsell, desean pedirle un gran favor - le comunicó
- está bien, decidme - dijo con tono severo
- Verá señor - comenzó diciendo Nirsell - quisiéramos pedirle una apelación a la condena de uno de los presos -
- Nirsell, ¿verdad?, verás lo que me pides se excede un poco de mis labores pero veré que puedo hacer, pero que quede claro que lo hago solo por la madre de Veronica, mi amiga de la infancia -
- muchas gracias señoría - dijo Vero con una cálida sonrisa
- tranquila que primero debo estudiar el caso y ver quien le juzgó y... -
- fue usted, señoría - le informó Nirsell
- entonces no hay problema, ¿de quien se trata? -
- de Toni... Antonio, Antonio... emm - no recordaba el apellido de Toni
- Antonio Vallestar - el juez frunció el ceño - no puedo hacer nada por él -
- Vallestar... oh dios mio - Se sorprendió Vero
- así es, ahora si me disculpáis tengo cosas más importantes que hacer -
- ¿usted condenó a su propio hijo?, es un monstruo -
- ¿y él no? - le espetó el juez
- Toni está enfermo, no sabe muy bien lo que hace, tiene que estar en un Psiquiátrico -
- Nirsell, no hables de lo que no entiendes, por favor, ahora marchaos - les dijo, dándose media vuelta para marcharse
- ¡creo que se le ha subido el poder a la cabeza! - le gritó - ¡Toni no se merece un padre como usted! -
- ¡¿acaso yo merecía la muerte de mi esposa y de mi pequeña hija?!, ¡que se pudra en la cárcel, es lo que merece! - dicho esto cruzó las puertas de los juzgados y desapareció.
- Mierda - suspiró Nirsell, sintiéndose como un inútil - ¿ahora que hacemos? -
- sinceramente, no lo sé - dijo la madre de Vero - lo único que podemos hacer es librar a Toni de las garras de Harellerth, ya pensaremos como sacarle de la cárcel -
- vale, tienes razón- se animó - cuanto antes terminemos con esto mejor -
mientras caminaban de vuelta a casa, el cielo volvió a oscurecerse, incitando a la tormenta.

- Tiene razón, Tiene razón, Tiene razón - repetía una y otra vez Toni, de nuevo en su celda, acurrucado en un rincón, llorando - Nir miente, Nir miente, Nir miente -
- claro que te miente - la voz de Harellerth resonaba en su cabeza - solo le interesa salir impune de todo, cosa que ha conseguido hasta ahora -
- si,si,si,si,si,si ,cierto, cierto - sus lagrimas cayeron con más ímpetu. Se le izo un nudo en la garganta; Harellerth disfrutaba con ello, Toni estaba sufriendo como nunca en su vida, una decepción tras otra. Si, eso era lo que necesitaba, dulce venganza...
Sintió como algo tiraba de él, algo le llamaba. Supo que era Nirsell, le quedaba poco tiempo, debía acabar con todo ya, así haría daño a Nirsell y habrá sido por su culpa.
- Toni, termina con tu pesar - le dijo - termina con todo esto de una vez, deja de sufrir -
- como ¿si? - se enjugó las lágrimas con las mangas de la camisa naranja de presidiario
- si, no tienes otra opción - Toni sintió como si le aplastaran la cabeza con fuerza, una presión
inaguantable. - coge lo que te ofrezco, ya sabes lo que hacer -
- si... - bajó la vista, a sus pies había un afilado cristal de mas o menos su mano de ancho. Lo cogió, decidido a seguir sus impulsos, todas las voces de su cabeza se callaron, al fin. - Toni es Toni... - susurró
- Ve, Toni, así todo dará igual -
- si... - se hizo unos cortes en la muñeca derecha
- bien, ya queda menos -
Toni se hizo unos cortes en la mano izquierda. dejó caer ambos brazos, cansado. La sangre brotaba de sus manos, creando un charco de sangre a su alrededor
- Vamos Toni, mata tu preocupación, destruye tu agonía -
- si... - elevó el cristal hacia su garganta

un trueno iluminó el cielo mientras la madre de Vero pronunciaba las últimas palabras de la invocación. Las velas que habían colocado en el suelo se apagaron.
- Esto me da mala espina - dijo Nirsell, intentando no interferir en el ritual - algo a ocurrido -
- si... - le contestó Vero - algo va mal
- si... - dijo su madre - pero queda poco, una vez más - y prosiguió

- si... - Toni se desplomó, el final había llegado. Harellerth acudió a la llamada.

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