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domingo, 28 de octubre de 2012

Dificultades en tierra baldía VI

Elena se despertó, bien entrada la mañana, sintiéndose mareada y confundida. Aun seguía enferma, con aquella mascarilla proporcionándole oxígeno. Miró a su alrededor, pero no cabía duda de que seguía en el hospital. Todo había sido un sueño...
Una enfermera entró sin entablar palabra, dispuesta ha hacerla más pruebas, en contra de su voluntad; Elena comenzó a toser. La enfermera pasó del tema hasta ver ligeras marcas de sangre dentro de la mascarilla. Negligentemente se la quitó e intentó limpiarla con un simple clinex. Por suerte alguien se lo impidió, agarrando fuertemente a la enfermera por las muñecas.
Se trataba de Allan, con el ceño fruncido y cara de pocos amigos, cargaba sobre su hombro izquierdo una bolsa de viaje colorida.
- No vuelva a tratar a mi hermana - le dijo a la muchacha, la cual salió en tropel del cuarto.
Elena le agradeció el gesto, al mismo tiempo que su hermano pulsaba el botón de ayuda para que fuera un profesional a tratarla.
- odio a los negligentes - añadió besando a su hermana en la frente - ¿como estás hoy? -
- no lo se... - respondió Elena desviando la mirada hacia la ventana.
- está bien - suspiró dejando el tema y a bolsa de viaje en el pequeño armario, típico cedido por los hospitales.
- hermano no puedo opinar, me estoy muriendo y punto ¿vale...? - se notó lo mal que se sentía al pensar en ello. Y fue Allan quien pagó las consecuencias - perdona... No quería... -
- tienes razón, fue una pregunta estúpida Elena, se lo que se siente, no tienes porqué disculparte -
- aun así yo... ¡Hermano no lo entiendo...! -
- ¿que pasa? -
- hermano ¿por que ocurre esto? -
La misma pregunta de siempre, se notaba la desesperación en los ojos de Elena.
- El Enecu es una enfermedad que... -
- no, hermano... Quiero saber porqué ocurre esto -
- La herencia genética de nuestro padre nos... -
- no lo entiendes - suspiró, volviendo a mirar a la nada. Allan agarró la mano de su hermana.
- no tengo ni la más remota idea de porqué a ti; eres una de las personas más importantes de este mundo, aunque el universo no lo vea de esta manera - respondió instándola ánimos como bien sabía.
- Imbécil - Allan se sorprendió de que le insultase sin mas. - Tu te curaste y yo no puedo, ya estoy muerta -
- No decáigas Elena, no llores -
- no estoy llorando, derramo lágrimas de sangre; eso no puede considerarse llanto... -
- haré todo lo que pueda por ti... -
- y más que deberías, muchacho -
Allan se giró, aunque sin creerlo, pensó que era producto de su imaginación.
- ¿Doctor Varith? -
- Si Allan soy yo - respondió pasando dentro de la habitación. - ¿tan difícil es creer que ejerza de doctor? -
- no es eso... yo... -
- lo se y lo admito, te he estado investigando hasta llegar a este punto ¿es por ella que querías respuestas sobre el Enecu? -
- así es señor... Ella es mi hermana Elena. Elena, este es el Doctor Varith -
- lo se, le vi en televisión Doctor - sonrió ella, lo medianamente bien que podía.
- Bien bien... No quiero parecer grosero pero he venido expresamente para verte Allan, ¿sabes por que te investigué? -
- ¿porque me ha escogido como su ayudante? -
- tienes iniciativa y exactamente, quiero que empieces ya mismo, lo siento señorita Elena - sus palabras fueron como escupidas por una simple máquina sin sentimientos; se notaba que el doctor había planeado su discurso a pies puntillas.
- no me importa... Allan ¿irás con él? -
- me temo que así es hermana, en cuanto llegue alguien, diles que te cambien el modo de oxígeno a una vía.
- está bien... -
- luego te veo - la dijo, besándola en la frente y yendo tras los pasos del Doctor Varith.
Nada mas cerrar la puerta el Doctor comenzó a comportarse de manera extraña, más que de costumbre. Le exigió a Allan que firmara unos cuantos papeles que leyó a rajatabla y firmó. Todo era lógica, nada de lo que viese o hiciese saldría de los laboratorios a su disposición, así como las muestras con las que se trabaje no podrán ser trasportadas a ningún otro lugar sin el consentimiento del Doctor Varith.
- está bien, ¿donde...? -
- no preguntes aún, vamos fuera -
- como digáis - Allan estaba nervioso, se le notaba en las palabras y en como se expresaba, estaba tan seguro de que iba a ser él el elegido del doctor que no había supuesto ninguna sorpresa, pero aun así, fue una sorpresa. No pudo controlar sus sentimientos , ya estaba a un paso de salvar a su hermana, lo presentía, lo deseaba.
- Por aquí, llegarás al patio central del hospital - le explicó el doctor sin dejar de caminar, ni cercionarse de si le seguía o no - todo el mundo puede acceder a él pero solo yo puedo llegas hasta el laboratorio C-R, si preguntas por él te dirán que no existe, solo yo lo llamo así, desde ahora tu también -
- ¿Por que C-R? -
- Te dije nada de preguntas aún -
Tras un amplio pasillo pasaron por una puerta metálica y salieron finalmente al exterior,al gran patio que admiraba de vez en cuando desde la verja. Nunca quiso pisarlo, le traía malos recuerdos de cuando él mismo llevaba en su interior el Enecu y las enfermeras le sacaban de vez en cuando en silla de ruedas, en contra de su voluntad.
- C-R, Cadáver Revivido - respondió el doctor Varith finalmente - es así como lo llamo, es mas fácil que laboratorio X33-F55-PMJ2
- si, admito que C-R es mejor -
- bien, me alegra saber que estás conforme. -
Siguieron andando hasta el ala este del hospital, hasta llegar a un pasillo que adentraba en lo más profundo del edificio.
- Solo yo tengo la llave del laboratorio en el que estás a punto de integrarte, como has firmado en el contrato, todo esto es alto secreto -
- entendido -
- bien, pronto te cederé tu propia llave, cuando termines las pruebas de iniciación -
- perfecto -
- no te exaltes con nada de lo que veas, olvida todo lo que has aprendido excepto lo esencial y no tomes en cuenta las películas de ciencia ficción en esto, créeme cuando empecé el proyecto parecía un proyecto irreal,y cometí el error de compararme con los científicos locos que traen al mundo un ejército de zombis. Eso nunca va a ocurrir, esto es realidad, esto es la vida que hemos escogido. - se dio la vuelta y miró a Allan a los ojos - ¿estas listo para lograr lo que nadie ha conseguido hasta ahora? -
- desde luego que si... Revivamos a los muertos - sonrió.

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